• Tenám Puente – La zona nuclear del asentamiento se compone de un poco más de 60 estructuras y los más importantes se encuentran localizados en la Acrópolis. Horario: Diario 8:00 a 17:00
  • Chinkultic – Los edificios del sitio fueron adosados a pequeños cerros. Destaca la Acrópolis. Aquí se localiza el edificio construido a orillas del Cenote Azul. El grupo B tiene una gran plaza. En el grupo C se encuentra el juego de pelota y en el grupo D se destaca el edificio 20 conocido como plataforma de lajas.
  • Yaxchilán – Ciudad maya situada en el margen izquierdo del río Usumacinta entre una espesa vegetación, notable por la gran cantidad de esculturas en piedra que incluyen estelas y dinteles. Destacan por su importancia la Gran Acrópolis, la Acrópolis Pequeña y la Acrópolis Sur.

Yaxchilán es otra de las increíbles ciudades mayas del periodo clásico. Como Bonampak, está ubicada en el municipio de Ocosingo y es la imagen perfecta de la ciudad antigua perdida en la selva. Su nombre en maya significa “piedras verdes”. Levantada al filo de la margen izquierda del hermoso río Usumacinta, Yaxchilán es el corazón de piedra verde de la Selva Lacandona. Como todas las antiguas y esplendorosas ciudades mayas, Yaxchilán abarca una superficie muy extensa, pero sólo se ha podido estudiar y hacer accesible una porción muy pequeña. Y si Bonampak, ciudad menor pero muy cercana a aquélla, es pródiga en la belleza de sus pinturas, Yaxchilán lo es en sus esculturas. Sus maravillosas estelas y dinteles muy bien conservados nos cuentan, por ejemplo, que hacia el año 500 de nuestra era se desarrolló como un centro de comercio muy importante gracias a su posición de ciudad ribereña y que por su condición de potencia dominante y civilización guerrera se enfrentó en 654 a una ciudad rival muy famosa: Palenque. Los vestigios que se conservan en sus edificios explican con mucho detalle los eventos de la historia de esa ciudad y de sus relaciones con otras ciudades de ese periodo. Un explorador llamado Juan Galindo llegó a Yaxchilán en 1833. Después de Galindo llegaron a cuentagotas distintas expediciones, casi siempre dirigidas por exploradores y estudiosos de otros países. Como sucede con otros sitios arqueológicos bien enclavados en la selva, las excavaciones y descubrimientos más significativos se han hecho en años recientes. El periodo de mayor esplendor de Yaxchilán fue durante el reinado de un soberano que se llamaba Escudo Jaguar ii. Él vivió muchísimos años y, según cuentan las estelas de esa ciudad, murió el año 742 de nuestra era, cuando ya era un hombre de casi un siglo de edad. El último registro de un gobernante de esa ciudad aparece en uno de los edificios y al parecer se trata del hijo de Escudo Jaguar ii.

  • Bonampak – Famosa por sus pinturas murales. Del conjunto, sobresalen la Gran Plaza y la Acrópolis. En la primera se levanta la magnífica Estela 1, que muestra a Chaan Muan II vestido con gran lujo para celebrar su quinto año de gobierno. Sobre la Acrópolis, que sigue los desniveles del terreno, se construyó el edificio de las pinturas. Este posee tres cuartos con las pinturas murales mejor conservadas del clásico maya.

En el corazón de la Selva Lacandona de Chiapas, en Ocosingo, y muy cerca de la frontera con Guatemala existe un lugar escondido, de gran belleza, llamado Bonampak. Bonampak, que quiere decir “paredes pintadas”, es una ciudad prehispánica de las más esplendorosas e importantes del llamado periodo clásico maya, que se extiende del año 200 al 900 de nuestra era, tiempo en el que florecieron Palenque, Toniná y Yaxchilán, ciudad vecina de Bonampak. Arqueólogos e historiadores suelen decir que fue descubierta en 1946 por un fotógrafo extranjero que tropezó con ella mientras andaba por la selva. La verdad es que, como casi siempre ocurre, ese sitio ya era bien conocido por los indígenas de la zona desde hacía mucho tiempo. Si en algo se distingue Bonampak es por regalarnos, conservadas de forma increíble, las muestras más espectaculares del arte mesoamericano de la antigüedad. Su edificio más famoso es el Templo de los Murales, que ha suscitado el interés de estudiosos de todo el mundo porque es una de las fuentes más precisas y abundantes que existen de información sobre los mayas antiguos; su vida social, política y cultural plasmada con infinidad de detalles. Conocer Bonampak es conocer la historia a través del arte. Esta hermosa ciudad no es sólo belleza en pinturas y esculturas, es narración visual que la selva guardó casi intacta para nosotros. Bonampak fue decretada Monumento Nacional en 1992.

  • Toniná – Centro ceremonial y una potencia militar. Se destaca la Acrópolis, en cuya base se halla una gran plaza con un juego de pelota. De las siete plataformas que constituyen la gran pirámide, sobresalen: la tercera, donde se ubica el Palacio del Inframundo; la cuarta donde se halla El Palacio de las Grecas y la Guerra; la sexta en la que se ubica el mural de los cuatro soles; y la séptima, sobre la que se levantan los templos de los prisioneros y el del Espejo Humeante.

Toniná es una hermosa y antigua ciudad con un pasado milenario que se construyó aprovechando el relieve natural de las laderas del norte del valle de Ocosingo. Los constructores de esta impresionante ciudad hicieron uso de las características del terreno para revestir con piedra y lograr plataformas elevadas en forma de pirámide. Su nombre significa “grandes casas de piedra” y su esplendor va desde el siglo vi hasta finales del siglo x de nuestra era. En Toniná se levantaron las construcciones principales formando lo que se llama la acrópolis, que aunque sea una palabra griega y no una palabra maya se usa para describir la parte más alta de una antigua ciudad. Así pues, Toniná tiene su acrópolis con siete plataformas elevadas, que se fue extendiendo a lo largo y ancho del valle. Es impresionante el hecho de que Toniná haya vivido al menos mil años de ocupación humana. Eso se nota en su arquitectura, que es un muestrario de las diferentes técnicas constructivas y estéticas que se fueron superponiendo a las anteriores dando una visión casi laberíntica. Comparado con otros sitios arqueológicos como Palenque, el descubrimiento de Toniná es más bien reciente. Aún no se alcanza a conocer en su totalidad el espacio que ocupó. Sin embargo, los arqueólogos opinan que es una de las más grandes ciudades del México prehispánico. Dicen las personas que saben de estos temas: “Toniná parece ser la acrópolis más grande hallada hasta el momento”. Toniná todavía guarda en sus intrincados e inexplorados espacios bellezas de gran valor histórico y estético. Aunque se le considera una ciudad de la civilización maya es, en realidad, un hermoso catálogo de las expresiones arquitectónicas de las civilizaciones que le fueron dando vida a lo largo de tantos siglos: olmecas, toltecas, aztecas y mayas. Una de las expresiones más acabadas y bellas del arte maya se encontró no hace mucho en la ciudad de Toniná, se trata de una escultura del último de sus gobernantes: Tzotz Choj.

  • Izapa – Se estableció en el año 1,500 AC, es decir que fue contemporánea a los Olmecas. Estuvo ocupada por cerca de 3,000 años hasta que en 1,200 DC fue abandonada. Las ruinas constan de 80 estructuras, divididas en tres grupos. El grupo F, es el principal, consta de pequeñas estructuras, un juego de pelota, esculturas y piedras zoomorfas. El Grupo A y B están compuestos de montículos y estelas.
  • Iglesia Vieja – Zona arqueológica perteneciente a la civilización Mixe- Zoque. Tiene una antigüedad de 1800 años y consta de cinco grupos arquitectónicos que contienen plataformas, templos y basamentos medianos. Hay algunas plazas y accesos, así como 30 monumentos escultóricos. Se ubica a 15 kilómetros de Tonalá.
  • Palenque: Patrimonio de la Humanidad, está rodeado de un espléndido escenario de selvas altas. Asentamiento de la cultura maya del periodo clásico tardío (600-900 d.C.). Se destacan: El Palacio, con una gran variedad de elementos como: basamentos escalonados, escalinatas, patios, corredores, galerías subterráneas, pasadizos, ventanas, vanos, dinteles, drenajes, tableros con escritura jeroglífica, tableros escultóricos y amplias decoraciones en estuco en las cuales aún se conservan cestas de El Templo de las inscripciones, su nombre se debe a tres grandes tableros con inscripciones geroglíficas, aquí se encontró una cripta funeraria del más importante gobernante de Palenque, el Rey Pakal. Son notables también, el edificio X, el Juego de Pelota, Grupo Norte, el Acueducto, los Templos de la Reyna Roja, del Sol, del Conde, del Bello Relieve, la Cruz, imponente basamento escalonado, y la Cruz Foliada. Hay un museo muy cercano a la zona arqueológica, con una colección de objetos hallados en el sitio.

Este sitio arqueológico considerado patrimonio de la humanidad se encuentra en la zona norte de Chiapas, cerca del río Usumacinta. Se dice que el primer europeo que la conoció fue fray Pedro Lorenzo de la Nada en 1567, cuando la imponente ciudad estaba ya deshabitada. Los choles, pueblo indígena de la región, la conocían como Otolum o “pueblo de casas fuertes”, y fray Pedro Lorenzo la nombró Palenque, que significa “fortificación”. Siendo un sitio tan majestuoso e impresionante, Palenque nunca ha dejado de recibir la visita de exploradores, investigadores y saqueadores. En el siglo xvii se fundó una comunidad llamada Santo Domingo de Palenque, dando origen a la actual ciudad de Palenque, muy cercana al sitio arqueológico. Durante el siglo xix Palenque atrajo la atención de numerosos visitantes interesados en su exploración y estudio. A partir de esa época se han realizado innumerables publicaciones, estudios, grabados y fotografías que son testimonio de la atracción que el sitio ha suscitado. A partir de 1952, el Instituto Nacional de Antropología e Historia dedicó un particular interés al estudio de la zona y desde entonces se lograron los más importantes hallazgos, como el de la famosa tumba del rey Pakal. En 1970 se construyó un museo arqueológico en el sitio, sin embargo, las piezas más importantes allí encontradas se exhiben en el Museo Nacional de Antropología e Historia, en la ciudad de México. Palenque es, tal vez, el sitio arqueológico maya más célebre y documentado de todos. Su milenaria historia comprende varios periodos, pero su apogeo se dio entre los siglos vi y viii, cuando era considerada una ciudad de gran influencia en toda la cuenca del Usumacinta, rival de ciudades igual de poderosas como Toniná. Algunos de sus edificios más conocidos son el Templo de las Inscripciones, el Palacio, el Conjunto de las Cruces, el acueducto y el juego de pelota.